miércoles, 3 de agosto de 2011

La aventura de escribir (parte 4): La corrección del borrador (y sigue)

Cualquiera que se haya aventurado a escribir un proyecto largo, ya sea una novela, un proyecto fin de carrera, una tesis o un documento importante de cierta extensión, sabrá que la parte que más tiempo y energía desgasta es la corrección. Haciendo un cálculo nada científico ni exacto y basado solo en mi experiencia, diría que hay que dedicar el tiple del tiempo que se ha tardado en escribir el borrador a la corrección del mismo.

  • Primera ronda

La primera ronda suele ser pesada. Se recomienda leer cada frase en voz alta, para evitar cacofonías y también para ser conscientes del ritmo de las frases dentro del párrafo, así como del párrafo dentro de la página. Haremos hincapié en eliminar repeticiones de la misma palabra muy seguidas, frases hechas, lugares comunes (metáforas obvias) y frases confusas. Al leer en voz alta también escucharemos mejor la voz de los personajes y si estos tienen voz propia o suenan planos.

Igualmente es recomendable llevar un control de la continuidad, especialmente si hemos escrito la novela por escenas y capítulos sueltos en lugar de seguir una cronología determinada. Así, es práctico tener una libreta donde anotar las referencias que aparecen conforme las encontramos en la lectura: fechas, días de la semana, meses, edad de los personajes, ciudades, estaciones… Con esto evitaremos que un personaje que dice tener 34 años en un capítulo, cumpla 37 en el siguiente cuando según la trama sólo han pasado unos meses.

Otro consejo práctico es subrayar el nombre de los personajes cada vez que son nombrados, para observar la presencia de ellos de una manera visual y descubrir si necesitamos referirnos a ellos con sobrenombres para no saturar la página con la misma palabra.


  • Segunda ronda

Ya hemos hecho una buena limpieza de erratas, abuso de muletillas, cacofonías y repeticiones. Ahora vamos a leer el borrador de una sentada. Lo recomendable es hacer una segunda impresión con las correcciones del anterior, siempre es más fácil detectar errores en papel.

Esta vez no necesitamos leer en voz alta, al contrario. Leyendo a nuestro ritmo habitual de lector podremos identificar las carencias de ritmo de la trama, escenas que no aportan nada a la trama, huecos donde podría explicarse más detenidamente algo o parrafadas demasiado extensas que acaban por agotar al lector. Seguimos en proceso de reescribir y nunca hay que sentirse temerosos de borrar un párrafo entero si no nos convence completamente. Cuanto más críticos y sinceros con nosotros mismos seamos, mejor resultado alcanzaremos.

El contexto de la historia se debe respetar por completo, especialmente en novelas históricas o donde el entorno juega un papel determinante en la trama. Detalles de fechas, eventos históricos, fisionomía y población de las ciudades que se mencionan, etc. Son aspectos que tanto se pueden detectar en la primera como en la segunda ronda. Para ello la mejor herramienta que podemos encontrar es internet. Mantener una ventana abierta con un buscador donde comprobar que toda referencia es correcta nos puede ayudar a no descuidar ningún fleco del entorno.


  • Proof reading

Nuestro borrador se encuentra ya en forma para enfrentarse al mundo real, aunque de momento no podamos salir más allá del círculo cercano. Es bueno tener una pequeña legión de amigos lectores dispuestos a valorar nuestra obra. Potencialmente, pueden detectar errores que se nos hayan escapado por la simple razón de que cuatro ojos ven más que dos, así pues diez ojos serán capaces de detectar mucho más. Además, cada persona tenderá a fijarse en un tipo de detalle particular que otro podría obviar. También nos darán una impresión general de la historia, los personajes, el ritmo, si engancha o no, si la lectura es pesada o amena y un sinfín de datos que podremos emplear para mejorar el manuscrito.

Ese muy importante recibir este tipo de correcciones como una crítica constructiva que busca ayudarnos a mejorar el estilo y la obra en sí. Para ello es importante seleccionar a las personas cuidadosamente, buscando voluntarios (más que imponiendo una obligación) y sobre todo haciéndoles sentir parte del proceso de creación. La gente suele reaccionar de forma positiva si se eligen las palabras adecuadas, y para un futuro escritor como nosotros mismos estas no deberían ser un problema.

También es importante dejarles un margen de tiempo amplio en el que se sientan cómodos, por ejemplo unos dos meses. Si la novela les engancha de verdad tardarán mucho menos tiempo del previsto y eso será una buena prueba de fuego también para comprobar la capacidad de adicción de la historia.


  • Última ronda

Una vez que recibamos los manuscritos corregidos, examinaremos una a una las sugerencias que nos hayan propuesto. Muchas de ellas serán bastante acertadas al ver la novela desde un punto de vista diferente. Otras sin embargo, podrán ser descartadas. El caso es que tras aplicar las que creemos conveniente, estaremos más cerca del manuscrito final.

Esto es una opinión personal, pero hasta este punto yo no me preocuparía de la primera página. Es de vital importancia que esta enganche al lector en apenas un par de líneas, que tras dos o tres párrafos sienta la necesidad de continuar leyendo. Ahora que tenemos el manuscrito casi listo, escribiría la primera frase en una hoja en blanco y la leería fuera de su contexto para comprobar el sonido de esta. También ayuda abrir los libros que encontremos a nuestro paso por la casa y leer únicamente la primera frase de cada uno de ellos.

Cuando estemos contentos con el resultado, podremos decir que nuestro borrador ha pasado a ser un manuscrito. También podremos afirmar que nos encontramos más cerca del final que del principio en este punto.

2 comentarios:

  1. Hola Jesse,

    Estos últimos post en tu blog son muy interesantes pero me surge una pregunta: ¿Cómo eliges a tus lectores? ¿Te has encontrado con alguna negativa al ofrecer tu novela a alguien?

    Es más, ¿qué haces cuando la crítica es devastadoramente negativa?

    Muchas gracias,

    Un saludo,
    S.

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  2. Intenté elegir a lectores de diversos géneros, igualmente el nivel de revisión fue distinto, desde gente que se lo leyó de una sentada y dio una valoración de un par de párrafos, hasta gente que hizo un análisis exhaustivo frase por frase.

    Por suerte no hubo grandes críticas negativas y las que hubo, en el fondo eran cosas que yo sabía que estaban mal aunque me negase a reconocerlas.

    A veces, como escritores nóveles, necesitamos un golpe de realidad. La fuerza con que nos den este dependerá de lo lejos que nos hayamos permitido volar sobre esta.

    Gracias por tu comentario,
    Saludos

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